Me dirijo a usted, de nuevo, para invitarlo al coloquio sobre
“Municipalismo y soberanías” en el que esta tarde voy a participar. Este acto,
que contará con la presencia de la exparlamentaria de la CUP, Isabel Vallet, se
celebrará en la Plaça de les Fonts de Olesa de Montserrat.
Como usted comprenderá no me puedo hacer responsable del
contenido de la intervención de mi compañera de coloquio; únicamente tengo
gobierno y responsabilidad sobre mis propias palabras. Por ello, me haría
inmensamente feliz que alguien de su fuste y categoría pudiera certificar lo
que ahora le adelanto: que no mencionaré en absoluto el referéndum ilegal que
ha convocado el govern de la Generalitat de Catalunya y que no haré un
llamamiento ni a su difusión ni a la participación de mis vecinos en la jornada
electoral.
Créame si le digo que su distinguida comparecencia me
tranquilizaría, pues temo que por el hecho de participar en un acto organizado
por el grupo “Olesa pren partit”, y por aquello de los estereotipos y los
apriorismos, alguien concluya arteramente que me sitúo al otro lado de la ley y
me abra causa por sedición o algún otro delito aún más grave.
Con el debido respeto y, sin ánimo de condicionar su buen
juicio, paso a detallarle, para evitar malentendidos, los temas de los que
hablaré esta tarde:
1.- Los Principios Fundamentales del Movimiento presentes en
diversos títulos de la Constitución Española de 1978. Especial mención al marco,
pendiente de desarrollo ulterior, relativo a la administración local.
2.- El incumplimiento histórico y sistemático —con total
impunidad— de la Constitución Española desde el mismo momento de su aprobación
en 1978. Consecuencias sobre la administración local.
3.- El despliegue legal del marco constitucional, a través
de un conjunto de normas cada vez más reaccionarias, incompatibles y
contradictorias con aquello que se vino en llamar espíritu democrático constitucional.
4.- El imperio de la Ley (el actual imperio) al servicio de
la minoría que defendió con uñas y dientes el status quo emanado de la
dictadura del general Franco y que ahora okupa las principales instituciones
del Estado. Y cómo los municipios padecen esta complicidad ilícita (que no
ilegal).
5.- El poder judicial español, el espacio que quedó a
resguardo de la democratización del 78, una cueva oscura dónde se refugió una
parte del franquismo sociológico. Nepotismo, reacción y arbitrariedad: los que
se emboscaron en la comodidad de un poder opaco del Estado salen a la luz,
amparados en un ejecutivo con el que tienen conexiones familiares, ideológicas
y afectivas.
6.- Y quizás concluya con un llamamiento a la dignidad de un
pueblo, a la defensa de aquellos derechos que la Constitución del 78, y los encargados
de velar por su aplicación, jamás han defendido.
Estimado Fiscal General del Estado, acérquese a la Plaça de
les Fonts, esta tarde a las 8 (cuidado porque se ha cambiado la hora), al acto organizado por Olesa pren partit, y
comprobará que no mencionaré para nada la Consulta del 1 de Octubre. Me ceñiré
a hablar sobre el derecho de los pueblos al bienestar y a la felicidad, a un gobierno
diligente y respetuoso con los derechos de los ciudadanos; a vivir en un estado
en el que exista una división real de poderes y no poderes compactos y podridos.
Y a usted, queridísimo Fiscal General, lo pondré a caer de un burro: por
incompetente y por arbitrario.
Estará de acuerdo conmigo que podré explicarles a mis vecinos
todas estas cosas al amparo del artículo 20.1.a) de la Constitución, que
literalmente dice que tengo derecho “expresar y difundir libremente los
pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier
otro medio de reproducción”. Eh! y sin censura previa.